“Conocí a Nelson Mandela en un evento en Dublín a finales de la década de 1990. Durante una sesión de preguntas y respuestas con la audiencia, alguien le preguntó qué podían hacer Irlanda y la UE para ayudar a África ”.
Su respuesta sorprendió a todos. Dijo que lo más importante que podía hacer Europa era recordar a los líderes africanos que estaban al servicio de su pueblo; ese poder no es por su propio bien y que deben aprender a saber cuándo renunciar.
En muchos sentidos, esa breve respuesta resumió gran parte del legado de Nelson Mandela: un verdadero demócrata, un líder que creía en la justicia y la igualdad para todos, y un hombre que eligió la reconciliación con sus enemigos sobre la amargura y la venganza.
Nelson Mandela nos enseñó muchas lecciones sobre coraje y consistencia. Fue un ícono para la humanidad que personificó la noción de que el bien puede triunfar incluso contra las mayores probabilidades.
Trócaire fue el punto focal de muchas de las objeciones de Irlanda al régimen racista sudafricano. Cuando se estableció Trócaire en 1973, Sudáfrica se convirtió en el foco inmediato de gran parte del trabajo de la organización.
Una de las primeras acciones de la organización fue donar £ 2,000 para financiar la reubicación de una escuela de carpintería para jóvenes negros que tuvo que cerrarse cuando el área en la que se encontraba se reubicaba en zonas `` solo para blancos ''.
Trócaire comenzó a financiar cursos de alfabetización y capacitación para trabajadores sindicales negros. En Irlanda, la agencia fue abierta al condenar el apoyo tácito al apartheid y pidió una prohibición total del comercio con Sudáfrica.

Leyenda: arriba a la izquierda - Nelson Mandela, arriba a la derecha - Cartel de la campaña contra el apartheid de Trócaire, abajo - Huelga de trabajadores de Dunnes para poner fin a la venta de productos sudafricanos en 1986
En 1986, después de las valientes acciones de los jóvenes trabajadores de Dunnes Stores en Irlanda que se declararon en huelga en lugar de manipular productos sudafricanos, el gobierno irlandés anunció la prohibición de importar frutas y verduras del estado del apartheid.
En esta etapa, Trócaire estaba ayudando a apoyar a las familias de los mineros sudafricanos en huelga 360,000. A finales de los 1980, Trócaire estaba donando aproximadamente £ 300,000 por año a proyectos en Sudáfrica.
Como suele ser el caso, la influencia de Irlanda fue mucho mayor de lo que debería permitir su pequeño tamaño.
El mundo ha perdido a uno de sus verdaderos gigantes. En la vida, Nelson Mandela simboliza nuestra humanidad común; En la muerte, vuelve a unir a personas de todas las religiones, de todos los colores y de todos los orígenes.
Mientras lamentamos su fallecimiento, también debemos celebrar su vida y comprometernos con los ideales que él encarnó. Mientras haya personas dispuestas a pagar enormes sacrificios personales para hacer justicia a los demás, el espíritu de Nelson Mandela nunca morirá.