Justicia climática y derechos humanos: Maximu Ba Tiul - Guatemala - CIDSE
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Justicia climática y derechos humanos: Maximu Ba Tiul - Guatemala

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Si bien los países luchan por mitigar los efectos del cambio climático, los esfuerzos existentes como el comercio de carbono y el desarrollo de proyectos de infraestructura de energía 'limpia' en muchos países en desarrollo han demostrado ser insuficientes y a menudo contradictorios con los estándares de derechos humanos. ¿Cómo mitigar el cambio climático sin generar abusos contra los derechos humanos?

El cambio climático es quizás uno de los desafíos de derechos humanos más importantes de nuestro tiempo, ya que representa una amenaza directa para la vida, la salud, la alimentación, el agua limpia y el acceso a la energía, y será la causa del desplazamiento de muchas comunidades, incluso países, en todo el mundo. mundo. Como observa el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, "El cambio climático plantea una amenaza inmediata y de gran alcance para las personas y las comunidades de todo el mundo y tiene implicaciones adversas para el pleno disfrute de los derechos humanos."(1)

Aunque el cambio climático afecta a la humanidad y al planeta en su conjunto, tiene un impacto desproporcionado en ciertos grupos o comunidades, particularmente en los más vulnerables, a pesar de que son los menos responsables de causar el cambio climático. Por lo tanto, cuanto más demoras haya en mitigar el cambio climático, particularmente por parte de los principales países emisores, mayores serán los costos de adaptación a los impactos, con mayores riesgos de sufrir pérdidas y daños graves o irreversibles. Sin embargo, los esfuerzos actuales para mitigar el cambio climático, como el comercio de carbono, o el impulso de proyectos de infraestructura energética 'limpia' en los países en desarrollo han sido algo problemáticos, a menudo teniendo impactos directos en las comunidades y los ecosistemas.

Maximu Ba Tiul, un representante del Consejo del Pueblo de Tezulutlán en Guatemala, explica cómo un proyecto de infraestructura hidroelectrica - Santa Rita - en su país ha desestabilizado tanto a las comunidades que originalmente vivían allí como al ecosistema de la región. y el consentimiento informado de las poblaciones potencialmente afectadas, evitando, al hacerlo, los estándares internacionales de derechos humanos. Las comunidades también informaron desplazamiento, intimidación y algunos episodios de violencia. Maximu Ba Tiul atribuye este comportamiento a la lógica detrás de estos proyectos, que, según él, responden a un imperativo de crecimiento, más que a la protección del medio ambiente y la salvaguarda de los derechos de las comunidades. "El deterioro del medio ambiente.", él dice, "se debe a la construcción del concepto de desarrollo, un modelo económico que nunca ha respetado los derechos humanos. Es el mercado contra las personas y la naturaleza."

Guatemala no es el único ejemplo. Esta es una tendencia común en diferentes partes de América Latina, África y Asia. Para abordar estos efectos negativos, sugiere que deben existir mecanismos concretos simples que puedan garantizar el respeto de los derechos humanos. Los Estados, los primeros responsables de salvaguardar los derechos de sus ciudadanos, deben comprometerse a hacer cumplir los derechos humanos de las corporaciones nacionales o extranjeras que trabajan en su territorio, y deben regular el uso, la exploración y las actividades de explotación de dichas corporaciones. En el caso de que se infrinjan estas normas o reglamentos, los estados deberían poder sancionar sus actividades.

Hoy, las comunidades de toda América Latina han expresado su rechazo a este tipo de megaproyectos de infraestructura y energía, que han exacerbado la pobreza, el hambre, las enfermedades y, en particular, la división de las comunidades mismas, su tejido social.

Estos serán elementos cruciales para abordar en las negociaciones climáticas de la ONU en París, que deberían reflejar la coherencia en términos de salvaguardas sociales y ambientales y la obligación de respetar los derechos humanos, aplicados a cualquier infraestructura o proyecto de desarrollo de energía limpia en cada etapa.

Conozca más sobre el trabajo de CIDSE sobre empresas, derechos humanos y extractivos en América Latina esta página.

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(1) Centro de Derecho Ambiental Internacional (CIEL) y Care International. “Cambio climático: abordar el mayor desafío de derechos humanos de nuestro tiempo” Febrero de 2015. En línea. http://www.carefrance.org/ressources/themas/1/4566,CARE_and_CIEL_-_Climate_Change_and_.pdf 

 

 

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