El papel vital y las contribuciones de las mujeres de las comunidades indígenas y locales como guardianas de la biodiversidad – CIDSE

El papel vital y las contribuciones de las mujeres de las comunidades indígenas y locales como guardianas de la biodiversidad 

Entrevista a Lidia Paz Hidalgo, experta en biodiversidad de semillas y agrobiodiversidad, quien trabaja con la ONG boliviana CENDA, Centro de Comunicación y Desarrollo Andino.


Del 21 de octubre al 1 de noviembre, los gobiernos se reunieron en Cali, Colombia, para 16th Reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (la llamada COP16 del CDB)Fue la primera reunión de la COP desde la adopción de la Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal en 2022, en la COP15, un marco que establece un camino ambicioso para alcanzar la visión global de un mundo que viva en armonía con la naturaleza para 2050. Las negociaciones de este año se centraron en cómo avanzar en la implementación de este Marco.  

En este contexto, Le preguntamos a Lidia Paz Hidalgo, quien trabaja con la ONG boliviana CENDA, sobre el papel vital y las contribuciones de las mujeres de las comunidades indígenas y locales como guardianas de la biodiversidad y por qué es crucial que sus voces se escuchen en los espacios de biodiversidad en diferentes niveles.  

Las mujeres de las comunidades indígenas y locales desempeñan un papel vital como guardianas y defensoras de la biodiversidad, ¿podría darnos algunos ejemplos basados ​​en su trabajo y experiencia? 
Mujeres intercambiando semillas y conocimientos. Crédito de la foto: CENDA  

Tanto en las comunidades rurales como en las urbanas, las mujeres juegan un papel muy importante en la conservación y gestión de la biodiversidad. Las semillas, por ejemplo, juegan un papel central en la conservación de la biodiversidad y son las mujeres las encargadas de guardar, conservar y reproducir las semillas. Las mujeres prefieren tener una diversidad de semillas, que obtienen de diversas formas: desde el paso de generación en generación en diferentes momentos de la vida (como el matrimonio o la cohabitación), el trabajo en la cosecha (es decir, donde la persona es remunerada con las semillas o se le paga con parte de la producción) o mediante el trueque o intercambio. Las mujeres también son por naturaleza recolectoras de muchas semillas.  

En una de las comunidades indígenas en las que trabajo, las mujeres buscan diversificar su producción para garantizar la alimentación de su familia y generar algún excedente que venden en el mercado/feria local. Una mujer que conozco maneja aproximadamente 35 especies de cultivos diferentes. Ella participa en diferentes encuentros de semillas organizados por CENDA, donde se intercambian y regalan semillas. Sus dos hijas, de 4 y 14 años, también participan y se las puede ver ya interesándose por el manejo y cuidado de las semillas.

¿Cuáles son los desafíos específicos que enfrentan las mujeres de las comunidades indígenas y locales en la conservación de la biodiversidad? 

Los desafíos son varios, entre los que se incluyen las preferencias de los consumidores, el impacto del cambio climático, las políticas estatales y la migración.  

  • El primero, las preferencias del consumidor, es un tema muy importante en varios casos, principalmente para aquellas variedades y/o especies de cultivos que no son muy conocidas en el mercado. Los consumidores prefieren aquellas que son más conocidas, como es el caso, por ejemplo, de la papa. Existen algunas variedades de papa como Waycha, Desiree y Pinta Boca que son muy comerciales; sin embargo, hay muchas otras variedades con diferentes propiedades nutricionales, sabores, colores, etc. que muchas veces permanecen en las comunidades por no ser tan conocidas por los consumidores. En algunos casos, incluso se olvida su cultivo.  
  • Algunas variedades también están dejando de cultivarse debido a cambios en los patrones y condiciones climáticas, algunas de ellas se adaptan muy bien a las condiciones climáticas como sequías, heladas, granizadas o ataques de plagas/enfermedades, por lo que su cultivo representa una garantía en términos de seguridad y soberanía alimentaria; mientras que otras son muy susceptibles a los cambios, pues requieren mucha agua, por ejemplo, o tienen un ciclo de crecimiento más largo, lo que lleva a las familias a seleccionar sus variedades y/o especies en consecuencia. 
  • Políticas estatales: Son pocos los cultivos y variedades denominados commodities que son promovidos por programas estatales que apuntan a un mayor uso de semilla certificada, apuntando al monocultivo o cultivo monovarietal, lo que pone en riesgo la diversidad existente en las comunidades. 
  • Migración del campo a las ciudades Otro desafío, que está estrechamente vinculado con la educación de los niños, es el de la educación de los niños. Cuando en la comunidad no se imparte educación más allá del sexto grado de la escuela primaria, las mujeres suelen verse obligadas a trasladarse a las ciudades para que sus hijos puedan seguir estudiando. Esto se traduce en un cambio a menudo drástico en sus medios de vida, porque las mujeres que antes se dedicaban a la gestión y el cuidado de la biodiversidad se ven obligadas a cambiar su modo de vida, pasando de productoras a amas de casa o comerciantes. 
¿Considera que los conocimientos, la experiencia y las percepciones indígenas y locales sobre la conservación de la biodiversidad son suficientemente valorados y promovidos, por ejemplo, por los encargados de la formulación de políticas y la toma de decisiones en distintos niveles?   

En Bolivia existen leyes y decretos3 Reconocer conocimientos recopilados de los ancestros buscando conservar y promover la biodiversidad, pero que no se aplican ni se promueven de manera comprometida. Existen conocimientos y sabidurías indígenas y locales que forman parte de la cultura intrínseca de cada ser humano, pero faltan decisiones políticas y recursos para ponerlas en práctica. 

3 Ej. Bolivia Ley No. 300 Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien y el Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias

¿Cuáles son los riesgos e impactos de la industria agroindustrial y las corporaciones transnacionales sobre el papel de las mujeres como guardianas de la biodiversidad?

La industria agroalimentaria y las empresas transnacionales se centran en promover los monocultivos, para lo cual destinan grandes cantidades de recursos en investigación, creación de nuevas variedades, promoción de alimentos procesados ​​a los consumidores, introducción de paquetes “tecnológicos” de la revolución verde. Todo ello tiene impactos perjudiciales sobre las comunidades campesinas, siendo las más vulnerables las mujeres, que en muchos casos no cuentan con la información suficiente ni con los medios para hacer frente a todas estas amenazas y riesgos. 

En su experiencia, ¿se escuchan las voces de las mujeres en las políticas (a diferentes niveles) que apoyan la conservación de la (agro)biodiversidad? 

En las comunidades donde trabajo he sido testigo de cambios interesantes. Cada vez más, las voces de las mujeres se escuchan tanto al interior de las organizaciones como a nivel de los gobiernos locales. Sin embargo, para que esto ocurra es necesario un proceso de sensibilización a través de la formación y capacitación. Que las mujeres tomen conciencia de que también tienen derechos y uno de los más importantes es el derecho a la soberanía alimentaria, donde el acceso a los recursos, el agua, la tierra y las semillas son elementos básicos.  

Por ejemplo, recientemente se promulgó una ley de promoción, protección y defensa de las semillas libres de tubérculos andinos como patrimonio de los pueblos en un municipio de Cochabamba, impulsada por dos mujeres, una concejala con el fuerte apoyo de otra joven (27 años) que es presidenta del concejo municipal. Esto demuestra que el cuidado de la agrobiodiversidad requiere un trabajo comprometido y crítico frente a las políticas privatizadoras. 

¿Por qué era importante para usted o su organización asistir a las negociaciones de la COP 16 del CDB en Cali? ¿Y qué esperaba obtener de estas negociaciones?  

Estuve allí con CENDA por dos razones principales:  

  1. En primer lugar, encontrar aliados, ya sean organizaciones, instituciones o personas que trabajen en el área de conservación de semillas y agrobiodiversidad, especialmente aquellos que están asumiendo la defensa de las semillas libres.  
  1. Pero también, observar el proceso y monitorear el involucramiento y los compromisos del gobierno de Bolivia.  
Delegación de CENDA en COP16Crédito de la fotografía: CENDA 

Aunque en las negociaciones en la Zona Azul hubo un fuerte debate sobre la necesidad de recursos económicos para conservar la biodiversidad, sentí que faltaba el vínculo entre las discusiones que se llevaban a cabo en la Zona Verde y las de la Zona Azul. Por ejemplo, al hablar con los pueblos indígenas y con quienes estaban en la Zona Verde participando en exposiciones sobre diversos temas relacionados con la biodiversidad, noté que muchos de ellos no parecían saber qué propuestas traían los representantes de su país/gobierno a las negociaciones en la Zona Azul. En el caso de Bolivia, por ejemplo, teníamos muy poca información sobre la posición del país. 

Delegados oficiales de Bolivia en la COP16. Crédito de la foto: CENDA 

La posición de Bolivia ante la COP se centró, entre otros, en: 

  • Decidir acciones centradas en la Madre Tierra con un enfoque cosmobiocéntrico en el marco del buen vivir en equilibrio y armonía con la Madre Tierra; 
  • Avanzar en el reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra como ser vivo y fortalecer los instrumentos de política para su protección, gestión y restauración, sin mercantilización de sus funciones ambientales y fortaleciendo los derechos de los pueblos indígenas y originarios.  

En este sentido, fue importante contar con la participación de muchos países que comparten la misma línea de no mercantilización de la biodiversidad y, junto con ella, los conocimientos de los pueblos y comunidades indígenas, quienes son los principales guardianes de la biodiversidad en sus territorios, a pesar de las grandes amenazas que enfrentan. 

¿Cómo podemos garantizar que las voces, los derechos y las perspectivas de las mujeres se reflejen en la agenda mundial de la biodiversidad y que se promueva la justicia de género dentro del espacio de la biodiversidad mundial?  

Creo que todavía queda mucho camino por recorrer, pero todo se resume en desigualdades, tanto de oportunidades como de derechos; las mujeres casi siempre tenemos muchas desventajas en comparación con los hombres, esto probablemente es parte de la colonización que se nos ha impuesto. Las mujeres asumen una mayor responsabilidad en el cuidado del hogar y su papel en la producción en un mundo donde el dinero y la acumulación de bienes ha aumentado en comparación con hace 2 o 3 generaciones. La educación y la desigualdad de oportunidades entre hombres y mujeres para asumir roles de liderazgo son otro factor de desventaja para las mujeres, y de igual modo el patriarcado es otra barrera que queda por superar. 

Sin embargo, es necesario reconocer que es fundamental que las comunidades indígenas y particularmente las mujeres sean incluido en la actualización de los Planes de Acción de Biodiversidad para garantizar que sus voces y conocimientos se reflejen en las políticas de conservación a nivel local, regional, nacional y mundial. 

Es necesario promover mayor participación de las mujeres, quienes se encuentran mayoritariamente en los territorios, y esto requiere una buena información, capacitación y preparación sobre aspectos básicos de leyes, derechos, obligaciones, etc. que involucran todo lo relacionado con la biodiversidad. 

Para promover la justicia de género en el espacio de la biodiversidad global, me parece que es muy importante que la delegaciones que representarán las voces de los pueblos También deberán estar debidamente acreditados en los espacios de decisión y probablemente habrá que discutir las formas en que los pueblos y las delegaciones diplomáticas estarán representados. 

Delegación de pueblos indígenas y sociedad civil de distintos países en la COP 16. Crédito de la foto: CENDA 

Acerca de Lidia Paz Hidalgo:  
Lidia es técnica agrícola y trabaja en la ONG boliviana CENDA, Centro de Comunicación y Desarrollo Andino, donde es responsable de seguridad y soberanía alimentaria. Es experta en biodiversidad de semillas y agrobiodiversidad y trabaja mucho con mujeres campesinas. Recientemente asistió a la COP 16 del CDB como observadora del proceso.  
CENDA es una organización asociada a los miembros de CIDSE Broederlijk Delen (Bélgica) y CAFOD (Inglaterra y Gales).

Lectura adicional: 


Foto de cubierta: Lidia Paz Hidalgo (a la derecha) y Liliana Pechenemuelas (Pueblo Misac, en la COP 16 del CBD en Cali, Colombia). Crédito de la foto: CENDA 

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