Al entrar en el Año Jubilar de 2025, CIDSE apoya el llamado mundial por la justicia de la deudaReconociendo que la deuda insostenible mantiene a millones de personas en la pobreza. En el Sur Global, el pago de la deuda desvía recursos vitales de la salud, la educación y la acción climática. CIDSE aboga por la resolución urgente de la deuda insostenible basada en la justicia, la solidaridad y la responsabilidad ecológica, abordando las desigualdades históricas y contemporáneas. Para abordar este problema, CIDSE insta a tomar las siguientes medidas:
Cancelación y reestructuración de deuda
Un número significativo de países de ingresos bajos y medios se encuentran atrapados en un ciclo perjudicial de deuda, lo que limita su capacidad para asignar recursos a sectores cruciales como la salud, la educación y la protección social. CIDSE aboga por la cancelación de las deudas impagables, permitiendo así que los gobiernos prioricen a sus ciudadanos. La solución a la deuda debería implicar la cancelación o reducción sustancial de las deudas injustas y excesivas. Esto debería ir acompañado de un análisis de sostenibilidad minucioso e independiente para identificar las deudas ilegítimas (aquellas impuestas injustamente sin interés público, utilizadas para alimentar conflictos o abusos de derechos humanos, que han alcanzado un tamaño tal que socavan los servicios esenciales y la acción climática, o que se han vuelto insostenibles debido a las condiciones económicas del país deudor) que deberían excluirse de las obligaciones de pago. La ausencia de estas medidas inevitablemente perpetuará la carga financiera, obstaculizando el progreso económico y social y dejando a millones de personas en situación de vulnerabilidad.
Hacer que los acreedores privados rindan cuentas
Una proporción considerable de la deuda mundial está en manos de acreedores privados, incluidas instituciones bancarias y firmas de inversión, que con frecuencia reducen su participación o se niegan a participar en las iniciativas de alivio de la deuda. Esta situación coloca a las naciones económicamente vulnerables a merced de instituciones financieras que priorizan la maximización de las ganancias por sobre el bienestar humano. CIDSE presiona para que los gobiernos adopten medidas legislativas, especialmente en el Reino Unido y el estado de Nueva York, entre otros miembros del G7, para garantizar que los acreedores privados contribuyan a los esfuerzos de alivio de la deuda. La ausencia de una participación obligatoria de estas instituciones podría comprometer la eficacia de los esfuerzos de alivio de la deuda, perpetuando un sistema inequitativo. Garantizar la participación del sector privado también es esencial para evitar que los fondos públicos asignados a la reestructuración o cancelación de la deuda sirvan indirectamente para reembolsar a empresas privadas que no realizan esfuerzos comparables. Las actividades lucrativas de los acreedores privados a expensas de las naciones deudoras, que se ven obligadas a reducir los servicios esenciales, constituyen una situación inequitativa. A la luz de estas preocupaciones, CIDSE hace un llamado a organismos internacionales como la ONU para que establezcan marcos legales que obliguen a los acreedores privados a participar en iniciativas de alivio de la deuda o a no imponer sanciones a los países que opten por suspender sus pagos.
Reformas financieras estructurales
Más allá de la cancelación inmediata de la deuda, CIDSE aboga por reformas a largo plazo en el sistema financiero mundial para prevenir futuras crisis de deuda. La estructura financiera actual está sesgada hacia las naciones ricas y los acreedores, lo que deja a los países en desarrollo con una autonomía limitada para dar forma a su futuro económico. Para abordar este desequilibrio, CIDSE apoya el establecimiento de un mecanismo de renegociación de la deuda soberana bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Este mecanismo garantizaría que las disputas sobre la deuda se resuelvan de manera equitativa y que las naciones en desarrollo no se vean obligadas a adoptar políticas económicas perjudiciales dictadas por los acreedores. Además, CIDSE hace un llamamiento a una mayor transparencia y equidad en las prácticas crediticias mundiales para que los países no caigan en una deuda insostenible en primer lugar. Sin un cambio sistémico, las crisis de deuda seguirán recurriendo, atrapando a las naciones en ciclos de dependencia económica e inestabilidad.
Justicia para los más afectados
En el centro de la postura de CIDSE está la convicción de que la justicia en materia de deuda es una cuestión de dignidad humana y solidaridad mundial. La carga de la deuda recae con mayor fuerza sobre los pobres, y las naciones e instituciones financieras más ricas deben asumir la responsabilidad por las desigualdades sistémicas que exacerban estas condiciones. CIDSE insta a los responsables de las políticas a actuar con urgencia y responsabilidad moral, garantizando que las políticas de deuda prioricen el bienestar humano por sobre las ganancias.
Persona de contacto de CIDSE:
Giorgio Gotra, Gerente de Operaciones y Comunicaciones (gotra(at)cidse.org)
Recursos adicionales:
– Comunicado de prensa de ELSIA"Repensar la deuda: un llamado moral para un futuro justo”, marzo de 2025
– Artículo de CIDSE: “2025: Un año para convertir la esperanza en acción”, Febrero 2025
– Informe de políticas de CIDSE "Financiando una Respuesta y Recuperación Justa y Global de COVID-19, el papel de la cancelación de la deuda, la reestructuración y las nuevas finanzas", Febrero 2021
– Comunicado CIDSE " CIDSE pide la cancelación de la deuda y el apoyo financiero a los países más pobres antes de la Reunión de Ministros de Finanzas del G20", Febrero 2021
Foto de portada: Actuación de la coalición Debt Justice frente al Ministerio de Hacienda, Reino Unido, 2025. Crédito: Kristian Buus