Recordamos a Berta Cáceres y la urgencia de garantizar el consentimiento libre, previo e informado - CIDSE
Daniel Cima

Recordamos a Berta Cáceres y la urgencia de garantizar el consentimiento libre, previo e informado

Daniel Cima
Manifestación Berta Cáceres

Red EU-LAT y CIDSE; juntos representan más que organizaciones europeas e internacionales de 57, haciéndose eco de las solicitudes de COPINH con el apoyo de representantes del Parlamento Europeo, exige justicia, recuerdo y garantías de no repetición para Berta Cáceres e insta a la UE a garantizar una consulta libre, previa e informada de las comunidades afectadas por proyectos económicos en sus territorios. (Ver la versión en español a continuación)

En marzo, 2, 2016, Berta Cáceres, líder indígena lenca y coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), fue asesinada en su residencia en La Esperanza, Honduras. En noviembre, 29, 2018, el tribunal declaró culpable a 7 de 8 acusado como perpetrador directo en el asesinato del defensor y el intento de asesinato de Gustavo Castro, y vinculó a la empresa DESA con estos eventos. Todavía se espera la sentencia individual para las personas 7 encontradas culpables. Mientras tanto, COPINH continúa solicitando que se juzgue a los autores intelectuales y espera la audiencia de David Castillo, ex presidente ejecutivo de DESA.

Berta Cáceres vivió defendiendo los derechos territoriales y culturales de los pueblos indígenas, las mujeres, los pueblos garífunas y el campesinado. En sus últimos años, fue víctima de criminalización, debido a su activismo que se opone a la explotación de sus territorios por represas hidroeléctricas y actividades extractivistas sin el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas que viven allí.

El caso de Berta refleja una realidad que enfrentan los defensores del territorio y el medio ambiente en América Latina. El conflicto generado por la instalación de la presa hidroeléctrica Agua Zarca se suma a una larga lista de conflictos en torno a la explotación de los recursos naturales en la región. El mismo patrón se repite en diferentes momentos en diferentes países, generando daños sociales y ambientales, así como pérdidas de vidas. Para resolver estos conflictos y prevenir los que puedan surgir, es urgente tomar medidas destinadas a garantizar el consentimiento libre, previo e informado de las comunidades afectadas.

Más allá de la consulta, el concepto de consentimiento es inherente al derecho de las comunidades a rechazar las actividades extractivistas. El reconocimiento formal del derecho a decir no los liberaría de participar en formas de lucha de resistencia en las que a menudo están expuestos a la opresión violenta. El contexto del acceso a la energía y la descarbonización no puede usarse simplemente como una excusa para la imposición de proyectos hidroeléctricos. Las poblaciones afectadas deben participar en la gestión de los recursos naturales para garantizar que su explotación tenga un beneficio equitativo a largo plazo. Sin la capacidad de las comunidades regionales de elegir sus fuentes de energía, las corporaciones continuarán dictando la cartera de energía, y lo harán sin tener en cuenta las necesidades de las comunidades.

Si bien acogemos con beneplácito las iniciativas de algunos de los gobiernos de América Latina para formular un plan de acción nacional para la implementación de los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos (UNGP), creemos que estos no se pueden hacer cumplir suficientemente. Por lo tanto, es urgente que los gobiernos participen en el desarrollo del tratado vinculante de las Naciones Unidas sobre las empresas transnacionales y otras empresas comerciales con respecto a los derechos humanos, un instrumento de derecho internacional muy necesario para ayudar a abordar las brechas e insuficiencias en el marco legal global. En complementariedad con el UNGPS, en su estado actual, el Tratado vinculante se centra en la prevención y la responsabilidad legal en toda la cadena de valor y el acceso a la reparación con énfasis en los derechos de las personas afectadas. Sin embargo, el margen de mejora en términos de protección de los defensores de los derechos humanos y los mecanismos de aplicación, entre otros, hacen que los gobiernos sean aún más relevantes en las negociaciones. Dicho instrumento vinculante podría proporcionar las medidas legales necesarias para prevenir conflictos, evitar más violencia y garantizar el acceso a la justicia para las comunidades cuando se enfrentan a la violación de sus derechos.

Desde el asesinato de Berta Cáceres, la sociedad civil ha reconocido la naturaleza sistémica de las injusticias que sufrió, sin olvidar esta pérdida única de vidas. A su familia y su comunidad todavía se les niega el acceso a la justicia. La Red EU-LAT y CIDSE instan a la UE y a sus Estados miembros a exigir que el Estado hondureño adopte todas las medidas necesarias para garantizar que los actores intelectuales del asesinato de Berta Cáceres sean debidamente procesados, de acuerdo con el compromiso europeo asumido en el asunto de protección de la defensa de los derechos humanos.

VERSION EN ESPAÑOL

Recordamos a Berta Cáceres y denunciamos que urge la consulta previa gratuita e informada de las comunidades afectadas por proyectos económicos en sus territorios

Las redes EU-LAT y CIDSE, redes que conforman 57 organizaciones europeas e internacionales, haciéndose eco de las solicitudes del COPINH respaldadas por representantes del Parlamento Europeo, exigen justicia, memoria y garantía para que no vuelva a repetirse un asesinato como el de Berta Cáceres y urgen a la UE, responda a la consulta previa libre e informada de las comunidades controladas por proyectos económicos en sus territorios.

El 2 de marzo de 2016 Berta Cáceres, lideresa indígena Lenca y coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), fue asesinada en Honduras. El 29 de noviembre 2018, el Tribunal declaró culpable a siete de los ocho imputados como actores materiales en el asesinato de la defensa y el intento de asesinato de Gustavo Castro, y vinculó a la empresa DESA con estos tiempos. Todavía se espera la sentencia individual para las siete personas declaradas culpables. Mientras tanto, el COPINH exige que también los autores intelectuales sean juzgados, a la espera de la audiencia de David Castillo, expresidente ejecutivo de DESA. Paralelamente, en enero de 2019 se presentó una acción legal ante la Corte Suprema de Justicia para exigir la cancelación de la concesión al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca.

Berta Cáceres vivió y murió defendiendo los derechos territoriales y culturales de los pueblos indígenas, las mujeres, los pueblos garífunas y el campesinado. En los últimos años fue criminalizada debido a su activismo y su oposición a las explotaciones hidroeléctricas y extractivas impuestas en sus territorios sin la consulta libre, previa e informada de los pueblos indígenas que allí habitan.

El caso de Berta, refleja una realidad a la que se enfrenta las personas defensoras del medio ambiente, el territorio y los derechos humanos en América Latina. El conflicto generador por la instalación de la hidroeléctrica Agua Zarca se suma a una larga lista de conflictos en torno a la explotación de recursos naturales en la región. El mismo patrón se repite desgraciadamente en diferentes países, generando daños sociales, ambientales y humanos.

Urge tomar las medidas necesarias para evitar conflictos, evitar más muertes, y garantizar una explotación racional de los recursos naturales que garantizan beneficios para las poblaciones que dependen de ellos. La Unión Europea debe cumplir el derecho a la consulta previa, libre e informada en todas las deliberaciones, programas, proyectos de desarrollo, comercio o inversión de la UE y / o sus Estados miembros que pueden afectar las tierras, territorios o recursos naturales de las comunidades rurales y pueblos indígenas.

De acuerdo a la interpretación de las normas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: la consulta debe ser auténtica y bajo el principio de buena fe.

Más allá de la consulta, inherente al concepto de consentimiento está el derecho de las comunidades a rechazar las actividades extractivistas. El reconocimiento formal del derecho a decir que no, el exime de participar en formas de lucha de resistencia en las que a menudo están afectados a la opresión violenta. El contexto del acceso a la energía y la descarga no puede ser simplemente como una excusa para la imposición de proyectos hidroeléctricos. Las poblaciones afectadas deben participar en el manejo de los recursos naturales para garantizar que su explotación tenga un beneficio equitativo a largo plazo. Mientras que las comunidades regionales no tienen la capacidad para elegir sus fuentes de energía, las corporaciones continuarán dictando el portafolio de energía, y lo que sin tener en cuenta las necesidades de las comunidades.

Si bien acogemos las iniciativas de algunos de los gobiernos de América Latina para formular un plan de acción nacional para la implementación de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, creemos que estos no son necesarios. Por lo tanto, denunciamos que es urgente que los gobiernos se comprometan en el desarrollo del Tratado vinculante de la ONU sobre empresas transnacionales y otras empresas comerciales con respecto a los derechos humanos, un instrumento de derecho internacional muy necesario para ayudar a abordar las brechas e insuficiencias en el marco legal global. En complementariedad con los Principios Rectores, en su estado actual, el Tratado vinculante se centra en la prevención y la responsabilidad legal en toda la cadena de valor y el acceso a la reparación con una defensa en los derechos de las personas afectadas.

Sin embargo, el espacio para mejoras en cuanto a la protección de los defensores de derechos humanos y los mecanismos de cumplimiento, entre otros, hace que el compromiso de los gobiernos sea aún más relevante en las operaciones. Dicho instrumento vinculante podría proporcionar las medidas legales necesarias para prevenir conflictos, evitar más violencia y precisar el acceso a la justicia para las comunidades cuando se enfrentan a la violación de sus derechos.

Desde el asesinato de Berta Cáceres, la sociedad civil ha reconocido la naturaleza sistémica de las injusticias que sufrieron, sin olvidar la pérdida de su vida. A su familia y su comunidad todavía les niega el acceso a la justicia. La Red EU-LAT y CIDSE urgen a la UE y sus Estados Miembros a exigir al Estado de Honduras adoptar todas las medidas necesarias para garantizar que los actores intelectuales del asesinato de Berta Cáceres sean procesados, en línea con el compromiso europeo asumido en materia de protección de la defensa de los derechos humanos.

EN-EU_LAT _-_ CIDSE_statement_Berta_Caceres-2019.pdf
ES-Comunicado_EU_LAT-_CIDSE_Berta_Caceres_2019.pdf

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